A Aisha se la encontró una mañana junto al Club Social 2 una de las voluntarias con una patita en muy mal estado, debió engancharse en algún sitio y al intentar soltarse prácticamente se quedó con la patita colgando. Fue operada para amputarle la pata y posteriormente acogida en Asoka. Pronto se fijaron en ella desde Alemania y allí vive ahora feliz con sus 3 patitas.
Aisha durante su recuperación en Asoka
No te he conocido, pero te deseo lo mejor en tu nuevo hogar.
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