Esta pequeña fue abandonada en el campus de la
Universidad siendo un cachorro de pocos meses; así que no se acostumbró
a relacionarse con otros gatos y se ha convertido en una gatita
solitaria, siempre va sola, buscando la compañía humana que perdió, pidiendo mimos a los humanos, se nota que ha vivido en una casa.
Ha podido salir adelante y Luna, Lunita, Lunera no es una gatita triste, es sólo que cuando en invierno le hiere el frío o la lluvia y las noches se hacen tan largas; cuando en verano se queda el campus solitario, sin humanos; entonces la añoranza, el recuerdo de la felicidad que conoció y perdió le encoge el corazón y las ganas de vivir. Y ahí es donde nos gustaría que volviera, a una casa donde no pase más frío y la atiendan y quieran como merece.
Es muy cariñosa y bonita; si le hablas, camina a tu lado durante un rato esperando que le dediques tu atención.
¿Quién quiere cumplir su sueño, devolverle el paraíso que perdió? Seguro que ella se lo recompensará con creces.
Ha podido salir adelante y Luna, Lunita, Lunera no es una gatita triste, es sólo que cuando en invierno le hiere el frío o la lluvia y las noches se hacen tan largas; cuando en verano se queda el campus solitario, sin humanos; entonces la añoranza, el recuerdo de la felicidad que conoció y perdió le encoge el corazón y las ganas de vivir. Y ahí es donde nos gustaría que volviera, a una casa donde no pase más frío y la atiendan y quieran como merece.
Es muy cariñosa y bonita; si le hablas, camina a tu lado durante un rato esperando que le dediques tu atención.
¿Quién quiere cumplir su sueño, devolverle el paraíso que perdió? Seguro que ella se lo recompensará con creces.
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