Quique se fue como llegó, de repente, sin avisar.
Apareció en el campus y en nuestras vidas hace unos meses, dejado abandonado por algún desalmado, chiquitín, cachorro.
Su presencia independiente, indómita, salvaje y discreta no evitó que lo quisiéramos.
Y se fue tan temprano, cuando apenas empezaba a vivir; un tierno ser muerto víctima de la maldita prisa humana, atropellado.
Bello Quique que tan rápido pasaste por la vida, nunca te olvidaremos
Que pena cuanto malvado ahí suelto
ResponderEliminar